top of page

Ctrl+P

Ctrl + P,de María Isabel Vargas


En el documento que acompaña la investigación adelantada por la artista colombiana María Isabel Vargas sobre la obligación de repensar el hecho de hacer pintura en la sociedad actual, ella pone la necesaria frase: “Ctrl + P no sólo se refiere a Control Print, también se propone como Control Paint o Control P, de pentimento.”


Con base en esta argumentación, además de referirse al título que engloba esta serie que ahora exhibe en la Sala de exposiciones ASAB, también alude al hecho de que cuando vemos pintura, en muchísimas ocasiones, solemos hacerlo luego de que ésta ya ha sido traducida al lenguaje que pantallas y algoritmos sean capaces de traducir.


Desde su perspectiva, cuando intentamos ver-una-pintura en una plataforma digital nos esforzamos por negar que se trata de hechos matéricos localizados en el mundo real que terminaron convertidos en efectos-aplanados. Es decir que nos encandilamos a placer con tanto brillo pantallezco, al tiempo que nos volvemos progresivamente incapaces de apreciar matices —lo que nos hace menos propensos a dudar de lo que vemos. Por eso nos cuesta tanto relativizar lo que se nos suele decir. Por eso votamos como votamos. Siempre.


Vargas nos recuerda que ver —siempre—es la actualización de la pregunta por saber qué vemos cuando vemos. Y postula una aproximación hacia este problema formulando una pregunta de doble vía, legítima e imperiosamente actual. Por una parte, que cuando tratamos de ver pintura hoy, NO la vemos a ella sino a sus pixeles. Por otra, que, cuando miramos un hecho pictórico que pretende ser “espontáneo” somos incapaces de ver más allá de lo que alguien simuló que era un acto espontáneo. Valga decir, que por intermediación de un ingeniero de sistemas más que de un pintor —siempre— corremos el constante riesgo de ver reinterpretaciones digitales deliberadas.


En esto radica su indagación. Y, sí, feo saber que alguien nos lo señala. Pero, por lo menos, Vargas se tomó el trabajo de hacerlo con bastante atención. Por eso, por ejemplo, cuando usted lee esto ha de entender que no está leyendo la voz-palabra de quien firma este texto, sino una traducción a vectores que le dirán que, además de plotter impreso usted está viendo lo que la máquina que imprimió esto le permite ver. En ese punto, podría caer en la trampa que Vargas hace tiempo viene diciéndole que debería evitar: no creer en todo lo que ve. Que usted tiene la obligación de pensar por sí mismo, a cada momento, y asumiré que usted mismo ya ha sido convertido a código. (¿Recuerda la última vez que cambió de bando ideológico luego de leer su feed de Facebook? Pues eso.)


Ahora, si lo desea, mire las pinturas que encontrará en esta sala. Y no crea en nada; por favor intente comprender que aquí una mancha ya ha sido tamizada por su re-interpetración digital para volver reconvertida en mancha. Un viaje alrededor del pentimento como concepto reflexivo y casi, al decir de Vargas, exclusivamente pictórico: cuando se aplica el comando Crtl + Z, lo que se había hecho antes desaparece sin dejar huella visual. La mirada se ha convertido en sí misma en un gesto digital. Ahora, que sabe esto, ¿podrá decidirse a decirle a sus cercanos qué fue lo que vio?


Atento saludo.


—Guillermo Vanegas


bottom of page